
Automatización de procesos de molienda
La Interfaz Multidispositivo de Omas revoluciona el control de la molienda con un sistema intuitivo y altamente flexible. A través de una avanzada pantalla táctil, se pueden configurar los parámetros de molienda en segundos, ajustando con precisión la velocidad de cada rodillo para optimizar el procesamiento según las necesidades específicas. Además, la función de inversión de corte-dorso permite alternar entre el rodillo lento y el rápido directamente desde el panel de control, sin necesidad de intervención mecánica. Esta tecnología no solo garantiza una mayor eficiencia operativa, sino que también ofrece una versatilidad sin precedentes, permitiendo adaptar rápidamente el proceso productivo a diferentes tipos de cereales y productos finales.

El sistema SCADA de Omas ofrece un control completo y en tiempo real de toda la planta de molienda, garantizando la máxima eficiencia y automatización avanzada. Los operadores pueden monitorear cada etapa del proceso productivo, analizando parámetros clave como el flujo del producto, el consumo de energía y el estado general de la planta. La HMI de Omas permite el control directo de las máquinas, permitiendo a los operadores establecer criterios operativos precisos. Gracias al análisis de datos en tiempo real, SCADA detecta rápidamente cualquier anomalía, reduciendo los tiempos de inactividad y optimizando el rendimiento. Además, la capacidad de almacenar y comparar datos históricos permite una mejora continua del proceso, garantizando calidad constante y máxima productividad.

Sensor de control de temperatura de los rodillos que verifica si la máquina opera de manera uniforme en toda la superficie de molienda o si necesita calibración adicional.
El sensor de control de temperatura de los rodillos garantiza un monitoreo constante y preciso del funcionamiento de la máquina en toda la superficie de molienda. Al detectar variaciones de temperatura en tiempo real, este sistema permite verificar si el proceso es uniforme o si se requieren ajustes para optimizar el rendimiento. Un control preciso de la temperatura previene el sobrecalentamiento localizado, reduce el desgaste de los componentes y mejora la calidad de la molienda, asegurando eficiencia operativa y una mayor durabilidad del equipo.
